Y todo esto viene porque estoy que me muero de la envidia! un buen amigo que vive actualmente en Suecia tuvo ayer la suerte de tener en sus manos una entrada para ver nada mas y nada menos que al Señor Dylan!!
Si es que debí de haber ido hace unos años cuando estuvo por aquí en Andalucia, pero era demasiado pequeña para ir sola y bueno, el problema de que te guste la buena música es que el resto de tus amigos de quince años pasa de gastarse dinero en escuchar a un tio que no les suena absolutamente nada....
Lo que significa para mí Dylan creo que no lo sabe ni mi propio padre, que es con diferencia la persona con la que mas hablo de música, escuchar algo de Él por la mañana simplemente me alegra el dia, no podría prescindir de ninguna etapa de su música y mucho menos de ninguna canción, porque mejor o peor, mas corta o mas larga...sigue siendo Bob Dylan en estado puro...y algo así antes morir que despreciarlo.
Puedo parecer exagerada, pero realmente me limito a escribir lo que siento....
Estuve viendo a Dylan hace ya algunos años en Murcia. A pesar de la edad sonó de maravilla. Es un Dios de la música. Saludos!!
ResponderEliminarAy Charo Bob es mi "padre" y mi "madre" juntos...mira lo que digo al final de mi entrada del perro del pantano...
ResponderEliminarUn abrazo
Hello! pasaba por aqui, ya que se habla del maestro. Si te gusta Dylan cada viernes hago el repaso de sus discos, ya estoy llegando al final de su discografia. Joserra tambien es un visitante de los viernes.
ResponderEliminarUn abrazo.Me hago seguidor , los amantes de Bob tenemos que estar unidos. Ya tendras la posibilidad de verlo, yo le he visto bastante veces y siempre me ha gustado, no falla.
Pues yo también pasaba por aquí, y creo que me pasare a menudo. Sobra decir, que tienes un exquisito gusto musical... sobre El, solo puedo decir que Bob Dylan es Dios. Un saúdo desde Oregon.
ResponderEliminarEsto de los blogs es así. Uno visita el rock&rodri y acaba en el tuyo.
ResponderEliminar¿De verdad sólo tienes 15 años? Yo con 15 años no sabía ni que Bob Dylan era el autor de la melodía de esa canción que cantaban en misa.... No he tenido un padre, ni un hermano que tuvieran los discos del genio de Minnesota (que no soy huérfano, pero a nadie en la familia le interesó nunca la música). Ya me gustaría a mí que algún día mi hija se levantara escuchando “I want you”, por ejemplo, señal de que algo hubiera hecho bien.
Me toco descubrir a Mr. Zimmerman, casi por mi cuenta, no es que no supiera por entonces (a los 18 años) no supiera quien era ese señor, pero todo fue comprar el vinilo de OH MERCY para esperar ansioso la salida de UNDER A BLOOD RED SKY y de ahí a revolver todos los estantes de series medias y descubrir que esas portadas que había visto mil veces escondían tesoros, lecciones que todos deberíamos recibir.
Hoy me preguntan por mis diez discos favoritos de toda la vida y (aunque dependiendo del día la cosa puede variar en tres o cuatro) siempre citaré entre ellos el BLOOD ON THE TRACKS, HIGHWAY 61 REVISITED y BLONDE ON BLONDE. Tres de diez es mucho eh!
La razón del comentario: El 11 de Julio de 2006 (tú andarías por los 12 añitos), con motivo de su última gira por estas tierras, tuve la ocasión de verle en San Sebastián. El escenario no era el más adecuado: la playa y un montón de gente que estaba allí por ver que pasaba (era gratis). Desde la primera fila (me bastó con llegar cinco horas antes), me llevé una de las decepciones de mi vida y eso que iba sobre-aviso. Sabía lo que iba a suceder pero siempre te queda la esperanza...
Gesto uraño, se colocó en un lateral del escenario, como si fuera un músico más. Mirando en todo momento hacia el mar no se movió de delante de su teclado, mientras todos rezábamos para que cogiera la guitarra. El repertorio fue un grandes éxitos en toda la regla, lo que era dificil fue reconocerlos, como si Dylan diese una vuelta de tuerca a sus propias canciones para ofrecer una versión desestructurada de las mismas (al más puro estilo “”Bulli”), de repente, reconocías la letra del estribillo y decías: -“pero si esta es “Mr. Tambourine Man”-. Te juro que sólo reconocí en los primeros compases la primera (“Maggie’s Farm”) y la última (“Like a Rolling Stone”). Para rematar la jugada el Ayuntamiento se inventó la historia de concierto por la Paz, así que nuestro admirado autor quitó de su repertorio el “Masters of War”, que venía interpretando durante toda la gira.
Vimos a Dylan en persona pero no asistimos a un concierto de Bob Dylan.
Pero siempre nos quedará la esperanza. Sus dos últimos discos son cojonudos y ¿quién sabe?... Cualquier día se cuelga la guitarra y nos toca sus canciones, las suyas de verdad.