viernes, 3 de agosto de 2012

Carney




Mil y un millón de formas de describirle y ninguna.
Leon Russell nos ha estado regalando, sin ser nuestro cumpleaños ni Reyes, joyas de un valor incalculable. Una detrás de otra, no nos podemos merecer esto, sólo se lo podremos agradecer eternamente en cuerpo y alma, al igual que toda su música eterna será.
Se dice que uno no nace sabiendo, y es verdad. Yo no nací conociendo a Russell, ni me crié escuchando su música, ni quería sus discos para mi Primera Comunión. Pero bien podría haber sido así, no es más pequeño que otros.
Siempre me pregunto qué bebieron esas mujeres en esos años para parir a semejantes. Él forma parte de la razón por la que me lo cuestiono.
Algún día harán un estudio científico y esconderán los resultados por el bien de la humanidad. No hay otra forma, el talento divino no puede estar al alcance de todos.


Lo primero que escuché fue "Carney". Ni siquiera recuerdo cómo llegó a mis manos pero si me acuerdo de que no daba crédito. Fue un momento precioso. Me enamoré loca e irrevocablemente de su voz, de todo él Y el piano, el piano.....



La primera del disco es "Tight Rope" ,  diferente a todo lo que hubiera podido escuchar. Me impactó de tal forma que al instante fue mi canción, fue mi única canción durante bastante tiempo.
Y será por la portada, será por algo que escuché aquel día, será por un poco de todo. Pero hoy, después de muchas escuchas me sigo imaginando a una especie de Circo del Sol repleto de hombres trapecistas y mujeres bellas bailando entre elefantes y caballos. Una mágica secuencia de magos, luces y fuego. El fuego es fundamental, si Leon Russell fuera un elemento de la naturaleza sería el fuego. No del mismo modo en que Robert Plant puede serlo, pero ambos lo llevan dentro y ambos te hacen sentirlo.

Uno de los mejores discos de la historia, una de las mejores carreras de la historia.




















miércoles, 1 de agosto de 2012

Todo queda entre nosotros dos.





Qué son veinticuatro años y qué son trece días. 
Qué son veinticuatro años de espera si cuando llega pasa como un sueño y ni te enteras. Y qué son trece días para recuperarse, no, necesitaré algunos más. Todavía cierro los ojos y pasa todo ante mí de una forma mística e irreal, ¿fue así o el tiempo todo lo baña de algo exagerado? 
Así es Dylan, no es sólo música, es un cuento, un mundo en el que adentrarte. Eso sí, ten miedo, porque una vez que entras nunca querrás escapar.
La llegada a Bayona fue nerviosa, además ¡nunca había pisado Francia!, además iba a conocer a personas nuevas y había llegado hacía horas de Granada con lo cual estaba todavía con un plus cardíaco por el encuentro con Joserra y Cristina, su Darling Companion.

Lo había imaginado desde que tuve la entrada en mis manos cada día, había imaginado sets lists, movimientos, que me emocionaría, y también que ya no era el mismo, que no tenía voz, que me decían que era verlo por quién había sido y no por quién era. Muchas cosas, muchos pensamientos y expectativas.
Impresionante el modo en el que se esfuman.
Impresionante su mirada.
Estoy frente a Bob Dylan. Bob Dylan canta Love Minus Zero emocionándose frente a mí. Uno frente al otro. Cuánto sentimiento tan sólo con los dos. Qué bonito e íntimo fue.

Cada una de las canciones que escogió tiene un significado importante para mí, nunca creo que se lo cuente a nadie. Quedará, como esas emociones del concierto, siempre en secreto entre nosotros dos. Bob y yo.

Como veis no es una crónica del concierto, pero de ésas hay muchas. Ya sabéis que fue espléndido, excepcional, su voz resonó más fuerte que en toda la gira, se encontraba feliz, a gusto con el sitio y por supuesto, a gusto con nosotros.

Fue uno de los momentos más felices de mi vida. Daniel, Carla, Hector, Ana, Maria, mi Mentor y su Darling Companion fueron los que le dieron la calidad de inolvidable y el hecho de estar ahí juntos nos unirá para siempre.


Faltabas tú, Aitor. Y hoy ha sido tu "I´m Outta Time" hasta que ESE título pese a tus espaldas. Haces bien, ya habrá tiempo para que nos sigas educando en muchas cosas, que no sólo música (y no me refiero a mujeres, truhán). No seremos egoístas y te dejaremos en tus quehaceres un tiempo muy a nuestro pesar.