miércoles, 10 de julio de 2013

Knockin on Frías Door




Ha pasado lo único que ahora mismo podía sacarme el sentimiento y las ganas de demostrar escribiendo, esto del encuentro en Frías a sido tan indescriptible, me he sentido tan feliz y tan a gusto siendo yo misma que siempre quedará como una de las jornadas más impresionantes y especiales de mi vida.
Tres días en un pueblo, bueno perdonen, ciudad de ensueño como Frías, en Burgos, en homenaje a Neil Young. Idea, responsabilidad y todo a cargo de mi Mentor, su Darling Companion y su familia que le han apoyado y ayudado en todo. Todavía lo pienso y no me explico cómo ha podido con todo, qué GRANDE eres Mentor. Pero mereció la pena egoístamente hablando todo tu sufrimiento y decepciones en el camino, estabas como un niño chico y nos has hecho sentirnos así también al resto, felicidad a bocajarro! Y quien no supo apreciarlo....en fin, eso es otra historia que ni falta hace recordar, no se lo merecen.

Las conferencias a cargo de Río Rojo y Manolo fueron muy especiales, nos hicieron reir y llorar y nos acercaron un poquito mucho más a Shakey. Río Rojo nos estuvo adentrando en diferentes etapas de Neil, relacionando lo emocional con lo vital con lo musical y con nosotros. Y Manolo nos hizo reír leyéndonos una recopilación que se trabajó de las memorias recientes del cantante con la excentricidad de su amado coche fúnebre Mort.
Los conciertos y aunque esté fea la palabra me da igual, fueron ACOJONANTES! Desde la espontaneidad de los Zimmerband en medio de un garito hasta la profesionalidad de los Fakeband. Todo desde el amor por la música, desde las ganas de darlo todo y hacerlo bien, desde lo más llano.
Alucinante armonía la que vivimos con los Marrakech Express, la verdad es que tuvimos que alucinar todos y fue una lástima enorme que no pudieran disfrutarlo todos porque fueron los primeritos el viernes y mucha gente aún no andaba por allí. Y también el primer día nos dieron para el pelo Los Zimmerband que antes nombro, le dieron al tequila y al Tonight's the Night casi enterito consiguiendo levantar toda Frías con su caña, su simpatía y su manera de hacer buena música. Y bueno, adoro a Neil Young pero la despedida del grupo a lo Dylan, en fin, mas que especial.
Y ¿qué hacemos con Los Mazapanes, Lu? si algún grupo puede llegar a The Band, maldita sea! Son Los Basement Tapes! Un grupo formado por chavales de veinte años a lo estilo como ya digo The Band en el que todos le daban a unas alucinantes voces y se intercambiaban instrumentos, fue una pasada, muy emocionante y sobre todo sorprendente que con esa edad (no es que yo les lleve mucho pero desde luego ellos tienen mas mérito) defiendan esta música, la música, y lo hagan de esa forma.

The Fakeband, les llegó la hora, y es que tenía que estar prohibido ser tan buenos. Me lo habían advertido y ya era fanática de su disco Too Late, Too Bad, pero nunca me pude imaginar ese derroche de talento y de pasión. El cómo se compenetraban sus voces y sus instrumentos fue de las cosas más bonitas que yo haya visto en directo. Coreamos sus canciones como grupies dignas de los Beatles de los sesenta, fue realmente fabuloso.
Hablando de directos queda lo mejor, cuando las lágrimas ya nos fueron inevitables y la emoción no nos dejaba ni hablar. El domingo como despedida en la callecita de los bares en una pequeño escenario hubo una sesión de micros abiertos y se hizo la magia. Me quedo con The López, esa nana para la hija de nuestro Nickochan, qué cosa más preciosa de escuchar. Y por supuesto momentazo de Alfredo, miembro de Los Fakeband, que se marcó unos solos rockanroleros de ensueño y fue capaz de hacerme feliz dándome a Los Traveling, pero ésto como muchas otras cosas, nadie se creería el cómo fue ni aunque lo contara.
Para cierre de oro, porque dudo que haya en la historia otro cierre mejor que áquel, cuando Joserra, mi Mentor como ya sabéis,se subió y acompañó a Alfredo, que estaba a la guitarra, con su voz y su armónica cantando Knockin on Frías Door, si eso era normal que venga Dios y lo vea.
Y hubo más, mucho más y todo muy bueno pero yo me quedo con ésto.

Palabras y más palabras, y es que tan difícil plasmarlo sin parecer reiterativa y una loca...


Lo que es la vida, adoro a mis amigos blogers más de lo que me importa mucha gente a la que trato a diario porque lo que nos une es muy fuerte, nos regalamos sentimientos, nos contamos cuando estamos bien, cuando estamos mal, o incluso no lo contamos pero lo intuimos y ahí estamos los unos para los otros, todo lo ha hecho la música, las canciones, y es que no hay mejor forma de expresar que así. Y si algo tenía a la imaginación ya me he asegurado de que sí, son personas entrañables con las que me iría al fin del mundo.

Y la familia, mi familia norteña a la que adoro, no será de sangre pero joder! cómo si lo fuera o más! qué sería ahora de mí sin esos desayunos interminables, sin el flotapapas con Life is a Carnival de fondo, sin el quedarnos en el porche viendo el millar de estrellas y mil momentos más que nunca olvidaré, pero hay uno, una cosa que está constantemente en mi cabeza y de hecho creo que no he dejado aún de llorar de alegría, emoción y amor por ello, y es el momento en que todos nos agarramos y nos despedimos en el porche cantando I Shall Be Released sin dejarle en sentimiento (de momento) nada que envidiar a los de El Último Vals.

Gracias a todos por hacerme sentir especial, única, importante y sobre todo querida, me he sentido muy querida y unida a todos, jamás lo olvidaré. Poner nombres para qué, ya sabéis quiénes sois. Os quiero.