lunes, 31 de octubre de 2011

Una Tierra, un Reflejo.

                                                          Las Marismas de Huelva.

Hace no muchos años cuando nombraba Huelva me refería a la capital de mi pueblo, al lugar a dónde iba de tapas, al cine o a la discoteca. Antes de eso, Huelva sólo era el sitio en el que estaba El Corte Inglés y el dentista, e ir era toda una aventura. Y ahora cuando digo Huelva hago referencia a mi casa, a mi hogar, a la tierra que me ha visto crecer y a las personas que han influido de distintas formas en ello. Ahora vivimos con mi abuelo en su casa, por las razones que todos imagináis y sobran comentar, pero cuando estoy en Granada y pienso en volver, mi mente se va a mi casa, a ese piso de la calle Ríos. Allí ha sido dónde he vivido todas las experiencias de mi vida, donde he compartido inquietudes con mis padres, donde he jugado horas y horas a las barbies con mi hermana, donde compartimos el amor por nuestro perro Cuco.....un sin fin de sentimientos que me hacen adorar esas cuatro paredes.
Esta noche será la última aquí ya hasta Navidad, qué gustazo que te quieran tanto y te lo demuestren, aunque al mismo tiempo eso hace que el regreso a la rutina granadina sea un poco triste; verdaderamente no tengo ninguna gana de volverme...
Qué maravillosas mis raíces, qué digo mis raíces! qué genialidad de país! somos la tierra del gazpacho, de los potajes, del vino, del aceite de oliva, de Lorca y Juan Ramón, de Torrente!
Y lo sabéis, sabéis que estamos en medio de las arenas de un paraíso. No conozco gran parte de España, del norte nada en absoluto; pero no lo necesito para afirmar la belleza de sus lugares; cuando los pise sé que entonces, me será imposible olvidarlos.

Hace muy poco sucedió algo, escuché algo que me emocionó mucho, Leonard Cohen hablaba agradeciendo el premio Príncipe de Asturias.



                              "Estoy contando algo que nunca había contado en público"

La historia conmueve.
En resumen diré por si no lo habeis visto (merece realmente la pena) que agradece toda su música a un chico español, del que no sabía absolutamente nada y que conoció en Montreal, que le enseñó a tocar seis acordes en la guitarra en tres sesiones. Tras eso éste se suicida sin ninguna explicación dejando a Mr. Cohen a solas con su guitarra.
Madre mía. Esto nos demuestra como nunca sabemos cómo la vida nos va a brindar las cosas, como todo tiene un porqué. Este señor me cautivó desde el primer momento en que le escuché, pero es ahora, cuando mi música madura cuando me identifico más y le entiendo mejor, o se podría decir que parece que él me entienda a mí. Cuando le miro mientras actúa me gusta pensar que él me comprendería tantas cosas, tendría tanta paciencia con mis complejos.....


ÉL bien podría ser mi "chico español", el encargado de darme el empujón para saber darle forma y significado a mi pasión.

1 comentario:

  1. En esa casa que crecistes y cuando aún no estabas ni pensada siquiera, hicimos algun encuentro tus padres y mi mujer, en la azotea recuerdo perfectamente una barbacoa donde se respiraba una sensacion de cariño dificilmente repetible por parte de cada uno de nosotros. Si que recuerdo esa casa, pero que muy bien. Incluso la parte de abajo tomandome un vinito con tu abuelo.
    Por otra parte vi por t.v. la intervención del amigo Leonard Cohen y me que dejó perplejo la historia que contó; no habría podido ni tan siquiera imaginarla pero es un grande para mi y eso contempla esa virtud que tienen los personajes de ese temple. Parece mentira como, escuchándole mejora como los buenos vinos ¿que duda cabe?. Le recuerdo en un par de conciertos que le ví, años ha y te aseguro que la edad ha dotado a sus cuerdas vocales de una profundidad que sobrecoge y un matiz inconfundible e inmejorable. Acabo porque si me pongo a describir todo lo que siento me darian las doce uvas..... 'tendria su "aquello"! asi que fin de citación y ha sido un placer dejar estas lineas.
    ¡hasta siempre comandante! x'D

    ResponderEliminar