Un mundo teñido de azul, rojo y blanco.

No es la primera vez que me paso por esas tierras sagradas de la música, la tierra que vio nacer y dio de mamar a tantas leyendas, pero esta vez va a ser especial, porque esta vez sí que me voy a meter en la historia, voy a visitar las cunas en las que durmieron cada uno de ellos.

Ya hace unos seis años que la conocí, y he cambiado tanto desde esa última vez....sobre todo veo muy lejana esa parte de mí, esa chica cuadriculada, esa chica que no dejaba pasar una, te condenaba a la mínima muestra de flaqueza en la exquisitez musical, si no conocías a The Kinks no merecías mi palabra; ahora me he dado cuenta de que hay que disfrutar mas de las personas, y hay que tener paciencia, pero si yo misma por aquella época por ejemplo no conocía a los que ahora son mis mayores referentes del soul, nunca se puede ir creyendo que eres el que mas sabes, es un grave error. Y no obstante tengo que añadir que puesto que el 80% de las conversaciones que me gustan son acerca de música, no suelo codearme con fans de Bisbal.

Recuerdo que llegué y me emocioné nada más bajarme del avión pensando en las personas que estarían respirando mi mismo aire, pensé en Sir Paul, en Rogert Daltrey, en Townshend o en los hermanos Davies,  quería por encima de todo ir a buscar las joyas pero no pudo ser, todos esos viajes los hice sola, así que esa vez me resultó complicado hacer un turismo musical como Dios manda, me conformé con ver algunos acústicos y tomarme unas cuantas cervezas en los bares mas indecentes y con mejor banda sonora que encontré. Bueno, aunque lo omita, también disfruté como es obvio del resto de placeres que esa maravillosa ciudad te permite disfrutar. En definitiva me vine con un puñado de CD´s y unas ganas de volver tremendas.

Y volví, pero esta vez no iba a permitir que me pasara lo mismo, me hice un planing porque disponía de poco tiempo, y aunque digan que las cosas planeadas no salen bien, a mi me gusta hacerlo así, si hay que cambiar algo pues lo cambio sin más, pero no cabe duda que si vas a una ciudad que no dominas y quieres aprovechar bien el viaje tienes que montártelo como Dios manda; así que la segunda vez saqué más música, de hecho fue cuando más cerca he estado de Amy, tenía un cústico en un pub de Camdem y mecachis que me quedé sin poder entrar, y como esos sitios están insonorizados ni la ví, ni la oí, ni leches.....qué pena más grande no haber aprovechado esa oportunidad de intimidad con ella, hubiese sido multiorgásmico, y todavía me pregunto por dónde entró; pero en fin, antes de que casi me dieran una patada en el culo para echarme de allí me tomé una cerveza y me contaron que Amy iba mucho por el pub, además tenían varias fotos de ella en el lugar cantando y con el público, una de ellas de un primer plano precioso con su autógrafo, esa quedó tan graciosilla que la compartí en el post que escribí nada más llegar.

Fuí, cómo no, de nuevo a la zona Abbey Road a hacerme una foto decente y típica en el paso de peatones y a comprar merchandising a falta de no poder escaparme a Liverpool, estuve en un tributo a The Kinks y en otro tributo a The Clash, debo decir que me divirtió muchísimo más el segundo, los chavales estuvieron geniales, hace poco con el post de Aitor en su blog Megamelómanos (totalmente recomendable lo mires por dónde lo mires, y si eres hombre caerás en éxtasis, no doy pistas y ya me diréis)me acordé y reviví el momento London Calling, fue muy bueno! Esa semana estreché mi camino con el mundo british y me sirvió para darme cuenta de que todo tiene un comienzo, un predecesor, así me dí cuenta de que nada de lo que escuchaba era nada sin soul, de hecho, son casi la misma cosa, ¿no son The Who puro soul?se puede exprimir desde el I Cant´t Explain hasta el It´s Hard, o acaso dudan que el I don´t mind no sea de ultratumba.

Sacando en claro, me quedé sin mi Amy, más tarde sin His Bobness (ay!cómo me dolió eso!) sin Macca, sin Young; planear detalles y quedarte pensando días después mientras comes un trozo de pizza y ves tres vídeos en youtube que ellos están derrochando pasión en un escenario digamos que no es agradable lo que se siente, te consuelas pensando "otra vez será", pero al menos esa noche y el maldito día después con todas las noticias de un concierto acojonante sólo puedes concebir la idea de lo absurdo que pareces ahí pasmado mirando la pantalla.
Pero no todo el monte va a ser orégano, hay veces que se tiene el lugar, el momento y la suerte (sinónimo de cartera) de tu parte, en los días que andaré entre los templos de la música también lo harán Wilko Johnson, Bob Geldof y alguno más, de momento tengo adjudicada una entrada al mundo del guitarrista de los Dr. Feelgood, y lo disfrutaré, amo la música, amo la guitarra y amo a todo áquel que haga un uso extraordinario de ambas, si son juntas......eso me lo reservo, una señorita no debe airear esas cosas por ahí; volviendo al grano, estoy muy ilusionada, ver a ese señor va a atribuirme un mérito especial, un mérito de esos que sólo uno es capaz de darse, darle importancia y creer en él, estoy deseando comprobar sus dedos curtidos, espero que no se haya separado de su fiel bajista Norman Watt-Roy, otro de los Blockhead de Ian Dury. Una vez leí que pensaban que Mr. Johnson era una mezcla de Chuck Berry y Johnny Rotten, y no lo veo descabellado, si alguien encaja en ese hueco no veo muchos mas candidatos.

Lo del resto de conciertos aún estoy pensando y sopesando ideas, pero a lo que sí que estoy dispuesta es a hacerme un gran recorrido de categoría suprema llegado calentito del Rock&Rodri Land, dónde su maravilloso artífice nos cuenta cómo descubre el mundo mágico de la Tierra de Dioses.

Qué bueno buenísimo empezar esta temporada así, ilusionada, con unas ganas de tremendas de postear, comentar a mis amigos y de aprender viviendo la música.