Durante todo el día he estado viendo las narices arrugadas de la gente ante la lluvia de hoy, supongo que con el mal tiempo los problemas de extraña manera y casi sin querer parecen que abultan más, pero a mí hoy me ha encantado ver las aceras mojadas porque la poesía elegantona de Nick Lowe convierte el día de lluvia en una absoluta delicia.
The Old Magic te transporta a una historia romántica y disparatada, de esas años cuarenta en una casa victoriana con cada canción. Logra hacerte sonreír y emocionarte, unas lagrimillas de felicidad ante tanta belleza como tiene este disco nunca vienen mal, te curan y con ellas se va todo lo malo.
Si os está lloviendo, os lo aseguro, medicina santa.
Me vienen los recuerdos de cuándo estuve viéndolo en Bilbao con mi Mentor, Cris y la familia bilbaína al completo, ahí si que llovía, diluviaba. Nunca había sido más feliz bajo la lluvia que en Bilbao, MARAVILLOSO, las luces se movían bajo el agua dándole a todo un color precioso. Recuerdo que hubo un instante en el que cayeron unos rayitos de sol y pude contemplar cómo El Guggenheim cambiaba de color ante mis ojos....nunca había visto una ciudad más camaleónica que Bilbao, y si a éso le acompañas el resto de honores que yo tuve...ni qué decir ya.
Un auténtico caballero, todo un Señor nuestro Nick Lowe y encima con nosotros se deshizo en compadreo, escuchaba a Joserra embelesado mientras él le soltaba su comparación con Sam Cooke, alucinaba. Y hasta se interesó por mi vuelta a casa.
Sin lugar a dudas fue el concierto más peculiar y, como diría mi Mentor, más Mimosin Blues de mi vida.
Siempre llevaré cada segundo de ese viaje en mi corazón con banda sonora a lo Old Magic.
Después de un gran parón, hoy he sentido que empezaba una nueva etapa emocional de mi vida y me he dado cuenta de lo mucho que necesito estar en la onda de la blogosfera, me da vida.
En estos meses, desde que estuve en el Rust, en Frías, he estado escuchando música más que nunca en mi vida, descubriendo nuevas cosas y afianzando las que tan loca me vuelven. No dejo de escuchar a Los Beatles o a Tom Petty, porque hay mil cosas nuevas para mí en ellos y porque cada día, la misma canción, nos hace sentirnos diferentes.
Siempre envidio la memoria de algunos con los grupos, las canciones e incluso las letras. Eso no puedo evitarlo, me encantaría tener ese radar en la cabeza, pero lo mío son los sentimientos. Yo os puedo seguir hablando de lo que siento mientras escucho y de lo que voy aprendiendo cada día.
Hace no mucho, para Reyes, mi amiga Esther me regaló un libro biográfico de Dylan. Me lo empapé en seguida, estaba de exámenes pero no lo pude evitar. Nunca había leído lo que era un libro en sí acerca de él, muchos artículos y datos pero nunca de esa manera. Me encantó, entender a alguien como Dylan es imposible pero desde luego, ahora me siento más cerca de sus canciones, de lo que transmiten.
Es extraño que con todo lo que me conlleva ÉL, nunca hubiera tenido una biografía suya en mis manos. He leído acerca de muchos músicos, acerca de Los Beatles ni os cuento, pero supongo que estaba esperando mi momento, siempre hay uno y a veces adelantarnos no nos beneficia, nos resta intensidad.
Igual que pasa cuando escuchas un disco que te gusta tras mucho tiempo sin darle, parece que lo estás escuchando por primera vez. Algunas veces ése disco es de los que te sabes de memoria, otras de los que te compras, escuchas, valoras, te gusta y dejas y al paso del tiempo lo pones y te quedas a cuadros preguntándote el porqué aquella vez te pareció bueno y ahora piensas que no puedes vivir sin él.
Algo casi parecido me ocurrió por ejemplo con el de Los Arctic Monkeys, Suck It And See, me lo compré cuando salió, recién nacido en una tiendecilla de discos de Londres y el otro día una cosa llevó a la otra y terminé con la baba caída, me resultó un disco absolutamente brillante, ni recordaba la mayoría de las canciones. Pero después de eso me puse el último, AM, y ya si que aluciné, una obra maestra...osea que fue un momentazo de redescubrimiento-descubrimiento mágico. No tengo ni idea de lo que pensáis acerca de él, ni siquiera de las críticas recibidas, lo que sé es que a mí me vuelve loca lo que estos ya no tan niñatos están haciendo.
Os he echado mucho de menos, he estado leyendo aquí y allá pero no quiero picotear, estoy deseosa de darme un festín con lo que estáis escribiendo y escuchando. Mentor, me voy a comer la Land. Así que allá voy.
Ha pasado lo único que ahora mismo podía sacarme el sentimiento y las ganas de demostrar escribiendo, esto del encuentro en Frías a sido tan indescriptible, me he sentido tan feliz y tan a gusto siendo yo misma que siempre quedará como una de las jornadas más impresionantes y especiales de mi vida.
Tres días en un pueblo, bueno perdonen, ciudad de ensueño como Frías, en Burgos, en homenaje a Neil Young. Idea, responsabilidad y todo a cargo de mi Mentor, su Darling Companion y su familia que le han apoyado y ayudado en todo. Todavía lo pienso y no me explico cómo ha podido con todo, qué GRANDE eres Mentor. Pero mereció la pena egoístamente hablando todo tu sufrimiento y decepciones en el camino, estabas como un niño chico y nos has hecho sentirnos así también al resto, felicidad a bocajarro! Y quien no supo apreciarlo....en fin, eso es otra historia que ni falta hace recordar, no se lo merecen.
Las conferencias a cargo de Río Rojo y Manolo fueron muy especiales, nos hicieron reir y llorar y nos acercaron un poquito mucho más a Shakey. Río Rojo nos estuvo adentrando en diferentes etapas de Neil, relacionando lo emocional con lo vital con lo musical y con nosotros. Y Manolo nos hizo reír leyéndonos una recopilación que se trabajó de las memorias recientes del cantante con la excentricidad de su amado coche fúnebre Mort.
Los conciertos y aunque esté fea la palabra me da igual, fueron ACOJONANTES! Desde la espontaneidad de los Zimmerband en medio de un garito hasta la profesionalidad de los Fakeband. Todo desde el amor por la música, desde las ganas de darlo todo y hacerlo bien, desde lo más llano.
Alucinante armonía la que vivimos con los Marrakech Express, la verdad es que tuvimos que alucinar todos y fue una lástima enorme que no pudieran disfrutarlo todos porque fueron los primeritos el viernes y mucha gente aún no andaba por allí. Y también el primer día nos dieron para el pelo Los Zimmerband que antes nombro, le dieron al tequila y al Tonight's the Night casi enterito consiguiendo levantar toda Frías con su caña, su simpatía y su manera de hacer buena música. Y bueno, adoro a Neil Young pero la despedida del grupo a lo Dylan, en fin, mas que especial.
Y ¿qué hacemos con Los Mazapanes, Lu? si algún grupo puede llegar a The Band, maldita sea! Son Los Basement Tapes! Un grupo formado por chavales de veinte años a lo estilo como ya digo The Band en el que todos le daban a unas alucinantes voces y se intercambiaban instrumentos, fue una pasada, muy emocionante y sobre todo sorprendente que con esa edad (no es que yo les lleve mucho pero desde luego ellos tienen mas mérito) defiendan esta música, la música, y lo hagan de esa forma.
The Fakeband, les llegó la hora, y es que tenía que estar prohibido ser tan buenos. Me lo habían advertido y ya era fanática de su disco Too Late, Too Bad, pero nunca me pude imaginar ese derroche de talento y de pasión. El cómo se compenetraban sus voces y sus instrumentos fue de las cosas más bonitas que yo haya visto en directo. Coreamos sus canciones como grupies dignas de los Beatles de los sesenta, fue realmente fabuloso.
Hablando de directos queda lo mejor, cuando las lágrimas ya nos fueron inevitables y la emoción no nos dejaba ni hablar. El domingo como despedida en la callecita de los bares en una pequeño escenario hubo una sesión de micros abiertos y se hizo la magia. Me quedo con The López, esa nana para la hija de nuestro Nickochan, qué cosa más preciosa de escuchar. Y por supuesto momentazo de Alfredo, miembro de Los Fakeband, que se marcó unos solos rockanroleros de ensueño y fue capaz de hacerme feliz dándome a Los Traveling, pero ésto como muchas otras cosas, nadie se creería el cómo fue ni aunque lo contara.
Para cierre de oro, porque dudo que haya en la historia otro cierre mejor que áquel, cuando Joserra, mi Mentor como ya sabéis,se subió y acompañó a Alfredo, que estaba a la guitarra, con su voz y su armónica cantando Knockin on Frías Door, si eso era normal que venga Dios y lo vea.
Y hubo más, mucho más y todo muy bueno pero yo me quedo con ésto.
Palabras y más palabras, y es que tan difícil plasmarlo sin parecer reiterativa y una loca...
Lo que es la vida, adoro a mis amigos blogers más de lo que me importa mucha gente a la que trato a diario porque lo que nos une es muy fuerte, nos regalamos sentimientos, nos contamos cuando estamos bien, cuando estamos mal, o incluso no lo contamos pero lo intuimos y ahí estamos los unos para los otros, todo lo ha hecho la música, las canciones, y es que no hay mejor forma de expresar que así. Y si algo tenía a la imaginación ya me he asegurado de que sí, son personas entrañables con las que me iría al fin del mundo.
Y la familia, mi familia norteña a la que adoro, no será de sangre pero joder! cómo si lo fuera o más! qué sería ahora de mí sin esos desayunos interminables, sin el flotapapas con Life is a Carnival de fondo, sin el quedarnos en el porche viendo el millar de estrellas y mil momentos más que nunca olvidaré, pero hay uno, una cosa que está constantemente en mi cabeza y de hecho creo que no he dejado aún de llorar de alegría, emoción y amor por ello, y es el momento en que todos nos agarramos y nos despedimos en el porche cantando I Shall Be Released sin dejarle en sentimiento (de momento) nada que envidiar a los de El Último Vals.
Gracias a todos por hacerme sentir especial, única, importante y sobre todo querida, me he sentido muy querida y unida a todos, jamás lo olvidaré. Poner nombres para qué, ya sabéis quiénes sois. Os quiero.
Me rindo ante ti porque eres el príncipe de la metamorfosis. Tu voz es capaz de envolver una sinfónica o sólo con el piano y tu guitarra todo lo haces bello.
Tu música hace de mi mundo algo mejor, explosionas en él provocando esa metamorfosis que todos buscamos.
Hay cualidades que sólo veo en tu dirección, fusionas mundos hasta ahora incompatibles. Eres valiente, puede que sea porque tenías una gran presión dentro de casa y te has obligado a sacarte en todo tu esplendor a la luz.
Me emociona tu valor a la familia, es lo único real que tenemos en esta vida y es normal sentirse solo y vacío sin ello. Ni me lo imagino, pelos de punta al intentarlo.
Gracias por dejarme escuchar Poses, la canción. Es tan maravillosa que podría decir que es tu obra maestra. No te ofendas, soy tuya de principio a fin, pero con Poses te saliste del plano. Ese disco al completo es muy especial, encierra algo más que historias, supongo que nunca lo contarás. Hay cosas demasiado ondas para que la entendamos y valoremos el resto, siempre es mejor tenerlas para uno.
Recuerdo cuando lo escuché por primera vez, conocía tu nombre de oídas como quién dice, y una tarde sin más busqué tu nombre y aparecieron tantas canciones, salías muy guapo en la portada de Poses, estabas muy joven y me dije "tiene que ser de lo primero", buena opción para empezar.
Después de lo escrito puedes aproximarte a lo que sentí, aunque sólo un poco.
Durante un año no pasé de ese disco, iba de ésta a la One Man Guy de papá, de ésa a Tower Of Learning, le daba la gira completa al disco y vuelta a empezar. Doce canciones inmensas con un final escalofriante, le hiciste tributo a Los Beatles con Across The Universe. Me demostraste mucho, pero eso es algo que nunca contaré, lo tendré para mí.
Una vez soñé que nos encontramos, trabajaba para ti en un catering. El menú y todo lo que acompañaba era sólo pensando en ti, en tus excesos y en los recuerdos más folk de tu niñez. En mi sueño acertaba de lleno, hablamos de todo un poco e incluso me firmaste con cariño y esmero un par de discos.Pero eso fue después.
En mi sueño vi el concierto desde la parte de atrás del escenario como si Loudon fuera a verte, me sentía especial, me miraste una vez o quizás era al chico del agua que estaba a mi lado.
El repertorio era perfecto en todos los valores, el ambiente íntimo y personal.
Cuando acabó era mi turno, te servía el vino que con tanto nerviosismo había elegido mientras te presentaba los platos por encima. Me mirabas atento, me observabas y creo que si no hubiera sido un sueño quizás se me habría caído una bandeja.
Tu simple forma de hablar era cariñosa, me hablabas despacio para que te entendiera bien porque te diste cuenta de que mi nivel de inglés no era muy audaz.
Quise pedirte una foto cuando todo terminó pero no reuní el valor necesario.
Cuando desperté me sentí como en domingo y me prometí a mí misma que algún día tendría esa foto de recuerdo.
Rufus, podría seguir días escribiéndote pero quiero dejar algo para ese día en que hablemos.
Casi como un ritual. Cuando llega el primer día de frío, pero frío de verdad, esa tarde me quedo en casa. Me gusta mezclar una manzanilla con poleo menta y siempre con miel, es perfecto. Sin calefacciones ni radiadores, con mi manta favorita. Y con el disco que mas me priva de Ray LaMontagne, God Willin´& the Creek Don´t Rise.
Porque suena a vinilo aunque no lo sea, parecen canciones viejas rescatadas. Y tiene armónica, Ray sabe lo que se hace, sabe que ese es un instrumento que llora y que este disco necesitaba llanto.
Su esencia es perfecta, pasa como con un bocado de tu fruta favorita, el sabor sigue ahí un rato.
Empezó a llover anoche,la oí caer, me asomé al balcón y ahí estaba, la acera mojada y ese olor a lluvia, relajante, reconfortante, perfecto.
También me da añoranza, mucha, me hace querer estar en casa, con mis padres en el sofá y mi perro acurrucado. Y es lo que tiene el invierno, estoy lejos y suele llover.
Pero ese no es tema, el tiempo parece que al fin ha cambiado, bienvenido sea el precioso otoño.
En verano los días son más largos y cuando va llegando el invierno se nos hacen más largos. Todavía tengo que acostumbrarme al nuevo ritmo, nuevo horario de vida y ¿por qué no? a todo lo bueno nuevo que quiero hacer este año.
Divido los años con el uno de septiembre mejor que con el 31 de diciembre. Es donde se recupera la normalidad de tu vida tras el verano, cuando de verdad tienes la posibilidad de mejorar algo si la vida te lo brinda.
Hay que querer ser mejor, nunca hay que dejar que nos digan que no cambiemos. Claro que hay que cambiar, hay que adaptarse a todo, sin olvidar tu esencia, pero aprendiendo.
Eso mismo le dije una vez a alguien; que los artistas de verdad, las buenas personas eran de renovarse o morir y de seguir adelante con todo. Me contaban que fueron a un mítico concierto de Tom Petty y que....en fin. Que no, que sigue en pie y está dando guerra. Y los Heartbreakers ¿qué? ¿qué años han pasado? Sé que pronto les, le veré, buscaré la forma porque lo nuestro es amor verdadero. Hay que sellarlo para la eternidad. Es mi amor de instituto, mi media naranja. Para las demás Christian Grey que yo me quedo con Tom Petty. Le amo.
Si le tengo que buscar un adjetivo, una sola palabra sólo se me ocurre precioso, bonito. Es lo que fue, es lo que son. Se puede pensar que es una palabra simple, corta ante tal inmensidad, pero es todo lo contrario. Tenemos tantas ganas de darle a todo el significado que merece que no nos damos cuenta que las palabras sencillas, primas, son las que de verdad encierran todo eso.
No quiero hablar de la sala, ni del público, ni de cómo estaba Madrid fuera de esas cuatro paredes.
Ellos. Y como bien dice mi Mentor, no son The Jayhawks Gary y Mark, lo son todos. Y se notaba. Había eso.
Un set list inesperado, con algunas sorpresas y con momentos especiales.
Yo soy una chica Mockingbird Time, qué os puedo decir. Ése es el disco por el que esperé casi una mañana en una tienda de Londres hasta que desempaquetaron los discos . Tenemos nuestra historia. Es un disco que tiene varias joyas, es muy personal, muy Jayhawks. Me recuerda al Tomorrow The Green Grass, para mí dos ramas del mismo árbol, continuación el uno del otro.
Esa noche faltaron muchas, pero claro, nosotros podríamos haber estado frente a ellos todo un día. Y ya se que es mucho cliché, pero el momento Blue...fue como volar, tocar el cielo, deseé que ese momento durase toda mi vida. Precioso.
Nada más que decir de una noche mágica y que siempre recordaré como ayer. Os dejo algunos pedacitos, ojalá los vídeos se acercasen lo mas mínimo a la realidad, si se os saltan las lágrimas con ésto, imaginad.....
Ya la había terminado, lista para publicar pero en un par de horas pueden pasarse por tu cabeza mil cosas y esas cosas llevarte a otras mil. Sin duda una canción de Los Jayhawks es como esa peli romanticona que sólo las chicas admiten que ven y que sólo la mitad de las chicas admiten que les gusta. Pero nos gusta a todas, porque precisamente están hechas para que nos veamos reflejadas en esa chica y para que busquemos a cualquier chico de nuestro entorno y lo encasillemos en ese papel ideal que sabemos de sobra que no tiene. Cuando me pongo el Mockingbird Time es justo esa misma sensación, me siento la protagonista, me dejan creérmelo y por poco tiempo es una sensación maravillosa. Sus canciones son para mí alegría regalada sin nada a cambio. Les damos nuestro amor, pero ellos simplemente hacen lo que les gusta, lo que les realiza y lo que necesitan para poder dormir.
Recuerdo que durante otros conciertos me he acordado de personas, pero quizás en éste es cuando mas presente las he tenido. De las que me he acordado ya lo sabéis, no voy a ser redundante nombrándolas de nuevo, las quiero y la música principalmente nos une.
No hay que darle vueltas a las cosas, no paramos de mencionar lo que amamos la música y que poquito nos lo decimos entre nosotros por miedo ¿a qué?
Sólo deseo, aunque suene a brindis de una reunión de pensionistas, tener salud y personas cerca para poder compartir momentos como este concierto, porque al fin y al cabo importa el con quién y mucho.
Para finalizar os dejo este maravilloso post de mi Mentor en el que de verdad se habla del disco, arriba los chicos Mockingbird Time!
Ya nunca escribo, no porque no me apetezca, no porque no lo necesite. Es más bien cuestión de las personas que suelen leerme. He cometido ese error, dejar de hacerlo por mí y empezar a pensar en esas personas que precisamente me leían por mostrarme tal y como soy para bien o para mal.
No se si soy rara o normal en un mundo que se esconde de lo que realmente es. Mi amor platónico es Tom Petty y bailo salsa con Marc Anthony, me pirro por Annie Hall y voy al cine a ver Crepúsculo, mi libro es Cien Años de Soledad pero leo Harry Potter cuando me siento sola.Por eso lo respeto todo, porque nunca sé con lo que voy a soñar esta noche.
Y no iba a ir de esto, lo prometo. Pero es lo que os digo, salto de una cosa a otra escalando.
Haced caso a aquellos que os quieren aunque creáis que no llevan razón porque seguramente sea la única forma de no estar ciegos ante la vida y poder con todo.
¿Quién necesita un libro de autoayuda? yo no, para eso siempre he tenido la música, mi música es la vía de escape que elegí. Me aclara las ideas y me hace ver lo bella que es la vida la mayoría del tiempo.
Mil y un millón de formas de describirle y ninguna. Leon Russell nos ha estado regalando, sin ser nuestro cumpleaños ni Reyes, joyas de un valor incalculable. Una detrás de otra, no nos podemos merecer esto, sólo se lo podremos agradecer eternamente en cuerpo y alma, al igual que toda su música eterna será. Se dice que uno no nace sabiendo, y es verdad. Yo no nací conociendo a Russell, ni me crié escuchando su música, ni quería sus discos para mi Primera Comunión. Pero bien podría haber sido así, no es más pequeño que otros. Siempre me pregunto qué bebieron esas mujeres en esos años para parir a semejantes. Él forma parte de la razón por la que me lo cuestiono. Algún día harán un estudio científico y esconderán los resultados por el bien de la humanidad. No hay otra forma, el talento divino no puede estar al alcance de todos.
Lo primero que escuché fue "Carney". Ni siquiera recuerdo cómo llegó a mis manos pero si me acuerdo de que no daba crédito. Fue un momento precioso. Me enamoré loca e irrevocablemente de su voz, de todo él Y el piano, el piano.....
La primera del disco es "Tight Rope" , diferente a todo lo que hubiera podido escuchar. Me impactó de tal forma que al instante fue mi canción, fue mi única canción durante bastante tiempo.
Y será por la portada, será por algo que escuché aquel día, será por un poco de todo. Pero hoy, después de muchas escuchas me sigo imaginando a una especie de Circo del Sol repleto de hombres trapecistas y mujeres bellas bailando entre elefantes y caballos. Una mágica secuencia de magos, luces y fuego. El fuego es fundamental, si Leon Russell fuera un elemento de la naturaleza sería el fuego. No del mismo modo en que Robert Plant puede serlo, pero ambos lo llevan dentro y ambos te hacen sentirlo.
Uno de los mejores discos de la historia, una de las mejores carreras de la historia.